¿Cuánto queremos saber la verdad? A lo largo de mi vida he sido conducida por la creencia de que las personas no siempre saben lo que pasa a su alrededor. De cierta manera, eso me hizo ocupar la función de traer luz a una situación, dejándola clara. Aún hoy me incomoda la simulación – muchas veces necesarias en las relaciones. Pero he aprendido que, en la mayoría de los casos, las personas no quieren saber qué está pasando. Principalmente si el tema es delicado, difícil de lidiar.
Me tomó años entender que la opción de no tener conciencia o de asumir públicamente que es sabido es parte del libre arbitrio que todos tenemos. Por mucho tiempo he criticado esta opción por considerarla cobardía disfrazada. Y, aunque en algunos casos se trate de eso, entendí que la verdad obliga la toma de decisión. Y no siempre estamos listos para hacerlo.
Tomemos como ejemplo el caso de una pareja donde uno traiciona al otro. Muchas veces la que es traicionada lo sabe. Hay señales claros en una relación que indican que hay por lo menos una tercera persona en ella. Si es así, ¿Por qué la persona lo acepta y sigue como si nada estuviera pasando? Por el simple hecho de que no se siente lista para confrontar la realidad. Asumir una traición significa aceptar y continuar – con o sin la tercera persona – o terminar la relación de una vez. Si no estás lista, mejor ignorar el problema.
Lo que todavía me incomoda es que la falta de clareza alcanza más personas además de los involucrados. Siempre; vivimos en sociedad. En núcleos sociales. Nuestras actitudes y comportamientos interfieren en los demás. Aceptar una situación que puede que no sea correcta, nos causa daño y también daña las relaciones. También estimula este tipo de comportamiento, principalmente en las personas más próximas, como los hijos. ¿Será este el destino que queremos para ellos? Cuando entendemos que estamos todos conectados e, independiente del tamaño del mundo, todos somos ejemplos uno para el otro, asumimos la responsabilidad de buscar el preparo necesario para tomar decisiones.
Nany Bilate é pensadora intuitiva e pesquisadora. Seus estudos e textos são focados na transição de valores e crenças da nossa sociedade. E sua interferência nas identidades feminina e masculina contemporâneas.
4 Comments
Tenho pensado muito nisso também quando se trata dos executivos manterem comportamentos inidôneos, ainda que propaguem serem compliant.... penso que é mais da fácil continuar com o mesmo comportamento, corrompendo o Brasil, que mudar a chavinha p/ a honestidade. Isso pode não gerar bônus milionários e ter que encarar que é uma pessoa desonesta...
Resta saber se estas pessoas vão se dar conta que além de prejudicarem a si mesmo estão prejudicando milhares de pessoas ou se vão se manter egoistas em seus mundinhos. É preciso fé e coragem p/ mudar...
O ambiente em que circulamos faz com que tudo pareça "normal". Importante a escolha de qual ambiente escolhemos como nossa referência. Quais valores regem esse ambiente?
São vários os exemplos que podemos usar para retratar a negação de uma realidade. Quantas pessoas estão infelizes em seu local de trabalho, seja por uma missão que tenha acabado, seja por um ambiente de trabalho que não condiz com os valores da pessoa, e mesmo assim, muitos se mantem nos seus empregos, com receio de mudar. Na verdade muitos nem querem enxergar os motivos da insatisfação e continuam "transitando" nos seus empregos. Não é fácil enxergar e aceitar a necessidade de mudança! Obrigada pelo texto e reflexão.
A mudança deveria trazer o sentimento de possibilidades e não de perdas. Autoconfiança e confiança na vida ajudam muito!
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